Entendiendo la historia

Queremos repasar la historia adventista, para poder entender la situación presente y cómo hemos llegado hasta aquí. En esta ocasión les traigo una correspondencia entre M.L. Andreasen, destacado teólogo, administrador, pastor y profesor de teología adventista hacia R.R. Figuhr, presidente de la Conferencia General desde 1954 hasta 1966.

Dejaré un enlace a las cartas completas al final del artículo por si alguien está interesado en leerlas (inglés)

R.R. Figuhr tristemente quedará en la historia como el presidente bajo cuyo mando se publicó el infame libro «Los adventistas del séptimo día responden a Preguntas sobre Doctrina». Si hubieran sido honestos deberían haber titulado el libro mas bien «Los jesuitas infiltrados en el adventismo del séptimo día responden a Preguntas sobre Doctrina». No es el objeto de este artículo comentar en detalle los contenidos de este libro, sino intentar arrojar luz sobre los motivos y acontecimientos que llevaron a permitir su publicación, y de porqué nos sigue afectando hoy en día. No obstante son asuntos que se entrelazan. La raíz de todas las grandes controversias en el adventismo moderno siempre nos lleva al mensaje de 1888.

El 27 de Febrero de 1958 R.R. Fighur escribe a Andreasen:

Me pregunto, hermano Andreasen, si podría hacerle una pregunta con la que debe estar algo familiarizado. Es relativa a la reunión de Minneapolis y brevemente lo que ocurrió allí. Algunos se han esforzado por decirnos que allí se sofocaron algunas cosas a las que debería habérseles dado libre curso. Se ha sugerido que la denominación se extravió allí al no prestar atención a los mensajes dados por Jones y Waggoner sobre la justicia por la fe. Recientemente he leído lo que L.H. Christian ha escrito en su libro, «Fruto de los Dones Espirituales» y sus comentarios sobre la reunión de Minneapolis. Él parece presentar el asunto allí como si los mensajes fueran recibidos, que se dio énfasis a la justicia y la justificación por la fe, y que después de la reunión de 1888 tuvo lugar un verdadero avivamiento entre nuestro pueblo. Si tiene más información sobre este asunto, se lo agradecería mucho.

 

Figuhr parece sincero, aunque un poco perdido en cuanto a la historia. Pero la sinceridad no basta, hay que invertir tiempo en investigar los asuntos importantes, como hacían los bereanos cuando Pablo les presentaba algún tema nuevo para ellos, iban a las Escrituras a ver si esas cosas eran así. En la posición en la que estaba, Figuhr no habría tenido problema en acceder por sí mismo a los materiales de Ellen White sobre el asunto, que estaban en el centro White.

M.L. Andreasen le contestó el 9 de Marzo de 1958:

De alguna extraña manera perdí de vista su carta en la que me preguntaba por el asunto de 1888. He discutido el asunto con Eld. Christian plenamente, y creo que está totalmente equivocado en lo que ha publicado. Pero es una larga historia, y el asunto está enterrado en la bóveda, o lo estaba, y no está disponible. Hace mucho tiempo recibí permiso de la Junta White para hacer un trabajo de investigación, pero Arthur lo vetó. Nadie ha tenido acceso al asunto desde entonces. Es dudoso que todavía exista. Lamento no poder dar más información.

A Andreasen le habría encantado poder echar mano de esos materiales, pero no le dejaron. ¿Se preguntan porqué? Pueden averiguarlo leyéndolos ustedes mismos, porque a lo que Andreasen se refiere aquí es a la colección «Materiales 1888″, que gracias a Dios por fin está disponible. Claro que está en inglés y son unas 1500 páginas. Pero les aseguro que no tiene desperdicio ninguna de ellas. Me pregunto porqué nuestros líderes no traducen estos materiales. ¿Acaso temen que Andreasen tuviera razón? Ya lo creo que la tenía. Si tradujeran esos documentos, quedaría de manifiesto sin lugar a duda que nuestra denominación no aceptó el mensaje del tercer ángel, que es la justicia por la fé predicada en 1888 y década posterior. No solo eso, sino que de llegar esta información al pueblo, éste demandaría que se publicaran los libros de Jones y Waggoner para saber de primera mano en qué consiste el mensaje del tercer ángel, y no aceptaría las copias baratas que pretenden serlo. ¿Y cuál es el problema con publicarlos? Bueno, para empezar, si se publicaran los libros de Jones y Waggoner, es decir, el mensaje del tercer angel según Ellen White, quedaría de manifiesto que la abrumadora mayoría de los libros publicados por nuestras casas editoras cuyo mensaje implica los temas tratados en el mensaje de 1888, contienen herejía calvinista, teología falsa, vino de ramera, que emborracha a los incautos.

Empezando con el fatídico chapuzón en la teología evangélica de los ’50, o posiblemente unos años antes, nuestro liderazgo (infiltrado por jesuitas o no, es lo mismo) ha cambiado nuestra teología concerniente a la Cristología (naturaleza humana de Cristo), a la hamartiología (que es el pecado) e inevitablemente a la soteriología (cómo se salva el hombre) y escatología (desenlace del gran conflicto). Para tapar la maniobra han vetado los materiales que podían arrojar luz sobre el asunto, y han dejado de publicar los libros de Jones y Waggoner, cuyo mensaje es diamentralmente opuesto al de los teólogos de la nueva teología en los temas clave mencionados. Esta situación, en tan sólo unas décadas ha provocado que el pueblo se aleje de la elevada identidad y misión que le han sido confiadas, y que piense que somos una iglesia mas, parte del cuerpo de Cristo, igual que las demás. La consecuencia lógica es involucrarnos en el ecumenismo y dar la mano con el papa. Porque si no queremos unirnos en Cristo, nos uniremos en el Anticristo, no hay término medio. Éste ha sido el objetivo de los jesuitas desde el principio.

Las cartas mencionadas entre Andreasen y Figuhr, además de este asunto, pretendían establecer una fecha para que Andreasen exponga los argumentos de su protesta a la publicación de «Questions on Doctrine» de forma oficial ante la junta de la Conferencia General, a lo que Andreasen, chico listo, pidió que se grabe todo lo que se diga en esa reunión. Si bien inicialmente Figuhr accedió, después de consultar con sus colegas dijo que era mejor que un secretario designado por ellos haría un resumen de lo que se habló y sus conclusiones, y se aprobaría por los presentes entregando a cada uno una copia. A lo que evidentemente Andreasen no quiso acceder. ¿Cómo vas a fiarte de alguien que miente deliberadamente sobre una de las doctrinas básicas y fundamentales del adventismo? No sólo mintieron en «Preguntas sobre Doctrina» sobre la naturaleza humana de Cristo, sino que dijeron a los evangélicos que los que tenían una posición post-lapsariana eran un grupo marginal, unos lunáticos, cuando en realidad era todo el pueblo adventista. Pueden comprobarlo leyendo el libro de Ralph Larson «La Palabra se hizo carne – 100 años de Cristología adventista». Claro que no lo van a encontrar en nuestras casas editoras, evidentemente. Se trata de una compilación de mas de 400 citas de Ellen White y otras 800 de pastores, directores de conferencia general, administradores, profesores y teólogos, afirmando su creencia en un Cristo que tomó nuestra naturaleza humana caída y pecaminosa, escritas entre los años 1850 y 1950. Ésta era la creencia de todo el adventismo sin excepción, no de un «grupo marginal lunático». En mi opinión éste es un atrevimiento solamente digno de un jesuita, o alguien sin brújula moral ninguna. Con razón Andreasen no se fiaba de ellos. En ésta misma carta, Andreasen menciona lo siguiente:

Otra cosa, con toda mi correspondencia nunca he dudado ni por un momento de tu sinceridad o cristianismo. No puedo decir lo mismo de todos sus consejeros. He deseado una y otra vez que pudiéramos reunirnos los dos a solas durante un rato y que en un día se aclarara todo el asunto. La publicación del «libro», «Preguntas», ha complicado mucho las cosas. Creo que ya ha pasado el momento en que se pueda evitar una catástrofe, pero creo que todavía se pueden salvar algunas cosas. Lloro por mi pueblo, lloro por ti. Esta es la apostasía predicha hace mucho tiempo, y lamento que estés involucrado en ella. Asumo el coste que supondrá para mí continuar con mi oposición; pero estoy intentando salvar a mi amada denominación del suicidio. Debo ser fiel a mi Dios, tal como yo lo veo, y debo ser fiel a los hombres que confían en mí. Desearía que pudieras encontrar la manera de que los dos pudiéramos reunirnos y hablar del asunto.

Es asombroso el grado de consciencia que tenía Andreasen sobre lo que estaba aconteciendo. El sabía que de seguir oponiéndose a los cambios casi forzosos introducidos en la teología adventista, se lo iban a quitar de en medio. Tenía razón en no fiarse de los consejeros de Figuhr. Los jesuitas llevaban mucho tiempo codiciando la iglesia adventista y ahora que por fin le habían echado mano, no iban a permitir que un protestante valiente y con conciencia les arrebate su preciada presa. Y la historia demuestra que no estaba equivocado en absoluto. Para callarlo le quitaron sus credenciales y por la presión lo llevaron a la enfermedad y la tumba, añadiendo una lápida más al cementerio histórico de hombres de Dios asesinados por su propio pueblo. Pero eh, una vez muerto le devolvieron sus credenciales. Que conste… Lamentable.

 

Un caso parecido, mismo desenlace

¿Porqué sabía Andreasen que “ésta es la apostasía predicha hace mucho tiempo”? ¿Que tenía en mente? Fíjese que dice “la apostasía”, no dice “una apostasía”, haciendo énfasis en que es notable y principal. El enemigo siempre ha querido infiltrar la Iglesia Adventista, pero mientras Ellen White vivía esto le fue imposible. Pero no se quedó sin intentarlo. Un intento notable fue la publicación del libro “The Living Temple” del dr. Kellog. Podemos aprender mucho de este suceso para identificar los peligros y consecuencias de lo que esta vez sí que consiguió con “Preguntas sobre Doctrina”.

Verdad mezclada con error

Este libro no era del todo malo. Había muchas verdades en el, pero estaban mezcladas con error, y esto es precisamente lo que lo hacía mas peligroso. Nadie bebe de una botella que pone claramente “veneno”. Sin embargo si es una botella de agua que pone “agua” y contiene unas gotas de veneno, entonces el peligro es enorme.

Sepárense de la influencia ejercida por el libro Living Temple, pues contiene opiniones engañosas. Hay en él opiniones que son completamente verdaderas, pero están mezcladas con error. Se emplean pasajes bíblicos fuera de su contexto para afianzar teorías erróneas. 1MS 232.1

En la controversia que se levantó entre nuestros hermanos acerca de las enseñanzas de este libro, declararon los que estaban a favor de darle una amplia circulación: “Contiene las mismas opiniones que ha estado enseñando la Hna. White”. Ese aserto me hirió directamente en el corazón. Me sentí quebrantada, pues sabía que esa conclusión no era verdadera. 1MS 237.1

Me siento impulsada a hablar negando la pretensión de que las enseñanzas de Living Temple pueden ser apoyadas por declaraciones de mis escritos. Quizá haya en ese libro expresiones y opiniones que están en armonía con mis escritos. Y quizá haya en mis escritos muchas declaraciones que, tomadas aisladamente e interpretadas de acuerdo con el modo de pensar del autor de Living Temple, parecerían estar en armonía con las enseñanzas de ese libro. Esto puede dar un apoyo aparente al aserto de que las opiniones que hay en Living Temple están en armonía con mis escritos. Pero no permita Dios que prevalezca esa opinión. 1MS 237.3

En “Preguntas sobre Doctrina” el enemigo usó el mismo ‘modus operandi’. Hay muchas afirmaciones verdaderas en ese libro. Pero para defender e introducir la idea católica de la naturaleza humana de Cristo pre-lapsaria, los autores usaron párrafos de Ellen White sacados de contexto, o frases sueltas o inacabadas, junto a un título puesto por el autor, que conseguía transmitir exactamente lo contrario de lo que decía Ellen White si se la hubiera leído en su contexto y sin esos títulos engañosos. Eso no lo puede hacer un adventista engañado, porque claramente implica tendenciosidad, premeditación y alevosía. Por esto digo que posiblemente fue obra de jesuitas. Por esto y por otros testimonios que lo corroboran. No es de extrañar que a Andreasen le saltaran todas las alarmas y pusiera en juego su reputación, su carrera y hasta su misma vida para contrarrestar este ataque. 

La apostasía Alfa y la Omega

No os engañéis, muchos se apartarán de la fe prestando atención a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios. Tenemos ahora delante de nosotros el alfa de ese peligro. La omega será de una naturaleza asombrosísima. 1MS 231.1

En el libro Living Temple se presenta el alfa de herejías mortíferas. La omega seguirá y será recibida por los que no estén dispuestos a prestar atención a la amonestación que Dios ha dado. 1MS 233.4

Ellen White no escribe con rodeos, sino que es muy directa y clara. Dice que “la omega seguirá y será recibida”. Siempre hay personas que no están dispuestas a prestar atención a las amonestaciones de Dios. Por tanto la profecía está garantizada. Esto bien que lo sabía Andreasen, y nada mas ver la envergadura de la herejía, recordó la advertencia del profeta. No creo que un hombre de la talla de Andreasen pusiera toda la carne en el asador tal como lo hizo, por un mero asunto menor. No, yo creo que el estaba convencido de que había llegado la apostasía Omega. Mirando ahora en retrospectiva y viendo todo el daño que ha causado y los frutos que ha generado, se puede afirmar sin ninguna duda.

No necesitamos del misticismo que hay en este libro. Los que fomentan esos engaños pronto se encontrarán en una posición donde el enemigo puede entenderse con ellos y apartarlos de Dios. (…) El sendero de la verdad se halla al lado y cerca del sendero del error, y ambas sendas pueden parecer ser una para las mentes que no son guiadas por el Espíritu Santo y que, por lo tanto, no están prontas para discernir la diferencia entre la verdad y el error. 1MS 236.2

Hoy en día muchos de nuestros líderes sostienen que oficialmente la Iglesia Adventista acepta ambas posturas acerca de la naturaleza humana de Cristo, como si fueran compatibles una con la otra. Para éstos, ambos senderos (y lo que implican) son uno mismo, y da igual lo que creas o prediques mientras traigas religiosamente tus diezmos al alfolí, sin importar si en la casa hay alimento o no. Observando las actividades de algunos líderes que supuestamente nos representan, la manera en la que las palabras arriba subrayadas se cumplen al pie de la letra, es también remarcable: uno no puede dejar de notar lo bien que se entiende el enemigo con el “votado en bloque” Ganoune Diop. La consecuencia lógica y visible de apartarnos de Dios, es acercarnos al Anticristo. 

Es una iglesia en apostasía la que disminuye la distancia que la separa del Papado. ST 19 de febrero de 1894, par. 4

Hay que juzgar los asuntos por lo que implican, y por sus conclusiones lógicas. Por ejemplo, si Cristo tomó la naturaleza de Adán antes de la caída y no tomó nuestra naturaleza humana caída, entonces El no fue tentado en todo como nosotros y no puede sernos ejemplo de una vida sin pecado, porque nosotros no tenemos acceso a ese tipo de naturaleza humana no caída. Para muchas mentes este asunto de la naturaleza humana de Cristo no es relevante, mientras creamos que Dios es amor, y vayamos todos los sábados a la iglesia. Pero eso es sólo porque no pueden discernir los resultados de creer esa falsedad. Su mente no está entrenada ni iluminada por el Espíritu Santo para que entiendan la cadena doctrinal hasta sus conclusiones lógicas. La desgracia subyacente es que generalmente lo que les falta a sus mentes le sobra al “volumen de su voz” (entiéndase influencia y posición).

Pocos pueden discernir el resultado de fomentar las falsedades defendidas por algunos en este tiempo. Pero el Señor ha levantado la cortina y me ha mostrado el resultado que se produciría. Las teorías espiritualistas acerca de la personalidad de Dios, seguidas hasta sus conclusiones lógicas, destruyen todo el sistema cristiano. Anulan la luz que Cristo, al descender del cielo, dio a Juan para que éste diera a las gentes. Enseñan que las escenas que están precisamente delante de nosotros no son de suficiente importancia para que se les preste atención. Anulan la verdad de origen divino y despojan al pueblo de Dios de su experiencia pasada, dándole en cambio una falsa ciencia. 1MS 238.1

Es interesante como en el libro “The Living Temple” la principal de las herejías está relacionada con la personalidad de Dios Padre, bebiendo en sus fundamentos del panteísmo al sugerir que Dios está en todas las cosas hechas. Al hacer esto, destruye todo el sistema cristiano haciendo que las escenas que están delante de nosotros sean interpretadas en una luz diferente, no dándoles la importancia que es necesario darles. En otras palabras, al especular sobre la persona de Dios, imprimen un falso evangelio en las mentes de los que las adoptan, que hace que sean indiferentes ante las escenas del fin y lo que Cristo quiere hacer con la última generación. Pero bendito sea Dios por el don de Profecía, porque hasta en la nomenclatura acierta de pleno. Hay un mensaje subyacente en la nomenclatura, ya que “alfa” y “omega” son letras del mismo alfabeto. Por lo tanto debemos esperar de la “omega” que sea “cortada por el mismo patrón”, y muy similar en principios y consecuencias, pero al ser la última letra del alfabeto, la apostasía debe ser mucho mas elaborada, madura y mortífera en su desenlace que el alfa. 

Todo esto se cumple a la perfección en “Preguntas sobre Doctrina” y “Movimiento del Destino” (y demás libros espurios fruto de las ideas “Omega” introducidas en estos dos). Las herejías de estos libros, al igual que la “Alfa”, atacan directamente a la naturaleza de una persona de la Deidad mediante especulaciones, en este caso el Hijo y su naturaleza humana. Haciendo esto, y llevando estas herejías a sus conclusiones lógicas, consiguen destruir desde sus fundamentos todo el sistema cristiano  adventista, igual que lo intentó la “Alfa”. Logran introducir una nueva teología concerniente a la manera en la que el hombre es salvado, ya que si Cristo no tomó una naturaleza humana caída y pecaminosa como la nuestra, entonces nosotros no tenemos ninguna oportunidad de vencer el pecado como Él lo venció, ni aún siendo partícipes de naturaleza divina (la única manera). Para defender esto, estas herejías sostienen que nacemos ya pecadores (como si hubieramos cometido pecado), de manera que nunca podremos vivir sin pecado, ya que el pecado está en nuestro ADN. Por tanto hasta que Cristo vuelva dicen ellos que no podremos dejar de pecar, porque para eso necesitamos cuerpos santos. Esto se está predicando a diestro y siniestro en el adventismo desde hace décadas, y últimamente con más ímpetu. Predicadores de renombre como R. Bullón han llegado a decir que “la biblia no enseña tal cosa como vivir sin pecar, que esto es una imposibilidad”. Claro, el está borracho de las herejías Omega, que consideran la naturaleza pecaminosa como pecado. Se cumple por tanto al pie de la letra lo que dijo la profeta sobre «la debida atención que debemos prestar a las escenas que tenemos delante». Porque si el pueblo cree que no podremos vencer el pecado ni con la ayuda del Espíritu Santo, y que la santificación es algo bonito pero no imprescindible para ser salvo, entonces ni siquiera lo intentarán. Ni siquiera presentarán batalla pidiendo a Dios que les de victoria sobre todo mal rasgo de carácter y pecado de sus vidas. Satanás vence sin oposición. Dirán ellos, «si igualmente vamos a seguir pecando hasta que Cristo vuelva, ¿que mas da que sea un pecado o quince? puesto que Santiago 2:10 dice que el que ofende en un punto se hace culpable de todos». Por tanto, el pueblo es inducido a pensar que la justificación por la fé debe ser meramente legal o forense, que se queda a nivel declarativo, considerando justo algo que en realidad no lo es, y no significa realmente también hacer justo al hombre, de manera que ande en justicia y no peque. En otras palabras, estas herejías “Omega” generan en el pueblo una apariencia de piedad, pero negando el poder del evangelio, cuyo objetivo es conseguir «una iglesia sin mancha ni arruga ni cosa semejante»; “anula la verdad de origen divino y despoja al pueblo de Dios de su experiencia pasada, dándole en cambio una falsa ciencia.”

Sobre la apostasía Omega, Ellen White comenta:

El enemigo de las almas ha procurado introducir la suposición de que había de realizarse una gran reforma entre los adventistas del séptimo día, y que esa reforma consistiría en renunciar a las doctrinas que están en pie como las columnas de nuestra fe y que había de comenzar un proceso de reorganización. Si se efectuara esta reforma, ¿qué resultaría? Los principios de verdad que Dios en su sabiduría ha dado a la iglesia remanente serían descartados. Sería cambiada nuestra religión. Los principios fundamentales que han sostenido la obra durante los últimos cincuenta años serían considerados como error. Se establecería una nueva organización. Se escribirían libros de una nueva orientación. Se introduciría un sistema de filosofía intelectual. Los fundadores de ese sistema irían a las ciudades y harían una obra maravillosa. Por supuesto, se tendría poco en cuenta el sábado y también al Dios que lo creó. No se permitiría que nada se interpusiera en el camino del nuevo movimiento. Los dirigentes enseñarían que la virtud es mejor que el vicio, pero habiendo puesto de lado a Dios, resolverían depender del poder humano, que no tiene valor sin Dios. Su fundamento estaría edificado sobre la arena, y la tormenta y la tempestad barrerían la estructura. 1MS 238.3

La posición adventista sobre la naturaleza humana de Cristo fue post-lapsaria (caída y pecaminosa) en toda su historia hasta la aparición de la apostasía Omega con «Preguntas sobre Doctrina». Es uno de los pilares fundamentales del evangelio. Si estudiaran los vetados y marginados libros de Jones y Waggoner verían que este punto es la base de toda su predicación sobre la victoria sobre el pecado, por la fé en Cristo nuestro Garante. Pero a nuestros líderes “pro-Omega” parece que no les interesa publicar estos libros, que no son mas que «el mensaje del tercer ángel en verdad». Al tiempo que los ocultan, ofrecen en su lugar toda una serie de “libros de una nueva orientación”, «descartando los principios de verdad que Dios en su sabiduría ha dado a la iglesia remanente». Sus sermones y disertaciones están impregnados del hedor de la apostasía Omega. Nuestra religión ha sido cambiada y adaptada para que los evangélicos no nos consideren secta. Pero, ¿a qué adventista en su sano juicio le importa que las hijas de Babilonia nos llamen secta? ¿Acaso además del Espíritu de Profecía también hemos desechado la Biblia y no creemos cuando dice que “el dragón fue a hacer guerra contra la mujer y contra el resto de la descendencia de ella”? Si estamos en guerra, entonces ¿porqué esperamos que el enemigo nos considere amigo? Hablo en sentido institucional y doctrinal. Evidentemente, a nivel personal, dentro de las filas del enemigo hay mucho pueblo de Dios que debe abandonar Babilonia, y que está ahí por mera ignorancia. Pero ¿quién les va a advertir si nosotros en vez de eso “nos ponemos a comer y beber (vino de Babilonia) con los borrachos», (Mateo 24:49) acudiendo a sus reuniones ecuménicas y construyendo puentes a Roma?. Por desgracia, en mi opinión todas y cada una de las predicciones de Ellen White del párrafo anterior se han cumplido, faltando la ultima mitad de la última frase. Pero tengo en cuenta que ella también dijo que la iglesia parecería estar apunto de caer, pero no caería. Habría que ver sin embargo qué es la iglesia, pero lo dejaremos para otro artículo. 

Salvando el adventismo del suicidio

De forma providencial Andreasen parece que vió las consecuencias de estas herejías. De manera que actuó no sólo en función de las declaraciones erróneas en sí del libro, sino teniendo en cuenta sus conclusiones lógicas y consecuencias para nuestro pueblo. De no considerar esto, es inexplicable cómo es que dice “estoy tratando de salvar a mi amada denominación del suicidio”. Porque eso es precisamente lo que está consiguiendo la apostasía Omega. Pero no habría sido así, de haber aceptado nuestro pueblo el mensaje de 1888. Si Figuhr tenía dudas sobre si se aceptó o no, entonces es de esperar que no tenía idea de lo que trataba en realidad. Si lo hubiera aceptado él mismo, habría combatido él mismo esta apostasía al lado de Andreasen. Lo mismo podemos trasladar a nuestros días. No solo los que ocultan los escritos de Jones y Waggoner no publicándolos son los que han rechazado el mensaje de 1888, sino también los que no dicen nada y sellan con su silencio los crímenes de sus lideres, en la medida en la que son conscientes de ello, evidentemente. Y por responsabilidad debemos incluir también a todos aquellos pastores que ignoran el mensaje. No pueden excusarse en que “no lo conocen”. Los libros están disponibles en internet, pueden y deben estudiarlos y no predicar cosas contrarias concernientes a los asuntos tratados allí. Hay otros pastores que por no buscarse problemas con los “pro-Omega” predican verdades de la biblia, pero no verdad presente que necesariamente debería incluir el mensaje de 1888. Eso también es un rechazo del «preciosísimo mensaje» de la justicia de Cristo. 

Crucificando La Verdad

No hay otra teología que haya recibido mas críticas y burlas por parte de los siervos responsables de nuestra iglesia que la TUG (Teología de la Última Generación). La han calificado falsamente de perfeccionismo, de legalismo, de locura, fanatismo, y todo tipo de adjetivos descalificativos que se puedan imaginar. Sin embargo esta TUG no es mas que el mensaje de 1888 empaquetado y ordenado por Andreasen. Pero Andreasen no le ha añadido nada, sino que como buen alumno de Waggoner, la ha ordenado de forma lógica y consecuente y presentado en su libro “El Santuario y su Servicio” que les recomiendo encarecidamente que estudien y subrayen. Muchos aceptan opiniones de pastores que tergiversan sus afirmaciones o le denigran, sin leer por si mismos sus libros. Esto es una locura. Solo en 2019 las casas editoras adventistas publicaron al menos tres libros que denigraban la TUG, para añadir así al reguero de libros “pro-Omega” que llenan nuestras librerías y las mentes de los incautos. Analizaré en otro artículo el asunto de las casas editoras para no alargar mucho mas éste. La cuestión es que parece que este mensaje de 1888 no solo no desaparece por si solo, como sería de esperar de un mensaje que no es de Dios, sino que cada vez cobra mas fuerza, a pesar de los dedicados esfuerzos en su contra, dando a entender que ante el fracaso estrepitoso del ángel de Laodicea, Cristo está tomando las riendas El mismo. Si bien es cierto que la oposición no ha ido mas que en aumento, la fuerza con la que se predica el mensaje y la profundidad de entendimiento y la gloria del mensaje también ha aumentado. Y esto me llena de esperanza por mi amado pueblo adventista. Claro que falta predicarlo en las iglesias, no «en cuevas» como los profetas de Dios en el tiempo de Elías. Pero la mayoría de las iglesias están como secuestradas, y no permiten hablar desde el púlpito a los que predican este mensaje, con raras excepciones. Otro problema es que han surgido muchos «así llamados» mensajes de 1888 por todo internet, pero que en realidad no lo son. Por eso es imperativo que se publiquen los libros de Jones y Waggoner originales, para eliminar toda confusión y tropiezo que el enemigo pueda sembrar.

El Señor pondrá nueva fuerza vital en su obra a medida que los instrumentos humanos obedezcan la orden de avanzar y proclamar la verdad. El que declaró que su verdad brillaría para siempre, proclamará esa verdad mediante mensajeros fieles que darán a la trompeta un sonido certero. La verdad será criticada, desdeñada y ridiculizada, pero mientras más cerca se la examine y se la pruebe, más brillará. 1MS 235.1

Unidad en el verdadero Cristo

La promesa de la unidad sólo puede cumplirse en Cristo, pero en el verdadero Cristo, que se identificó con nuestras debilidades y flaquezas, aprendiendo a socorrernos cuando somos tentados, no en el falso Cristo de la naturaleza humana pre-lapsaria que no podía saber lo que es tener naturaleza caída y no sabría socorrernos cuando somos tentados y flaqueamos. Si os dáis cuenta, los «pro-Omega» creen que pecaremos hasta que Cristo vuelva. Esto es normal, ya que su «cristo» no sabe cómo socorrerlos cuando son tentados, porque no ha pasado por lo mismo. Al menos tienen un poco de consecuencia lógica, esto hemos de admitir «a su favor». A pesar de la política del veto en el adventismo, el tapado de errores y el barrido-bajo-alfombra para proteger personas y/o instituciones, a pesar del constante esfuerzo por denigrar el mensaje de 1888 por parte de muchos líderes de influencia, el enemigo mediante éstos actos no consigue mas que llamar la atención al verdadero mensaje de la justicia de Cristo por la fé, a los verdaderamente sinceros de corazón y sedientos de conocer la verdad. Estos son el trigo, y Dios espera hasta que todos estén juntados en su granero.  

Sellados en gavillas por el tercer ángel

Me fué mostrado un tren de coches de ferrocarril que iba con la rapidez del rayo. El ángel me invitó a mirar cuidadosamente. Fijé los ojos en el tren. Parecía que el mundo entero iba a bordo de él, y que no quedaba nadie sin subir. Dijo el ángel: “Se los está atando en gavillas listas para ser quemadas.” Luego me mostró al conductor, que parecía una persona de porte noble y hermoso aspecto, a quien todos los pasajeros admiraban y reverenciaban. Yo estaba perpleja y pregunté a mi ángel acompañante quién era. Dijo: “Es Satanás. Es el conductor que asume la forma de un ángel de luz. Ha tomado cautivo al mundo. Se han entregado a poderosos engaños, para creer una mentira, y ser condenados. Este agente, el que le sigue en orden, es el maquinista, y otros de sus agentes están empleados en diferentes cargos según los necesite, y todos se dirigen hacia la perdición con la rapidez del rayo.” PE 88.2


Pregunté al ángel si no quedaba nadie. Me invitó a mirar en la dirección opuesta, y vi una compañía pequeña que viajaba por una senda angosta. Todos parecían estar firmemente unidos, vinculados por la verdad, en agrupaciones o compañías. Dijo el ángel: “El tercer ángel está atándolos o sellándolos en gavillas para el granero celestial.” Esa pequeña compañía parecía agobiada, como si hubiese pasado por severas pruebas y conflictos. Parecía como que el sol acabara de salir detrás de una nube y resplandecía sobre sus rostros, dándoles aspecto triunfante, como si sus victorias estuviesen casi ganadas. PE 88.3

No hay mas grupos, o está usted en el tren que se dirije a gran velocidad hacia la perdición, o está usted siendo atado en gavillas por el mensaje del tercer ángel, en perfecta unidad con sus hermanos. Pero, ¿cree alguien que está siendo «atado o sellado por el mensaje del tercer ángel» cuando ni siquiera lo conoce?

Si es usted un hermano o hermana en una posición de influencia en la IASD, sepa que mientras los libros de Jones y Waggoner, «el mensaje del tercer ángel en verdad», no sean publicados en su Unión, departamento o iglesia local, ha fracasado por completo en la misión que le ha sido encomendada. De nada sirve todo lo que haga si no da a conocer este mensaje a las almas que le han sido confiadas. Si es usted un hermano que no tiene ese tipo de posición de influencia, coja el teléfono y llame al que sí la tiene, y pida que se publiquen esos libros, a ver si viendo que por fin despertamos, Dios en su misericordia sujeta los vientos un poquito mas. 

Conclusión

Es mi deseo que todos mis hermanos adventistas, incluidos los “pro-Omega”, los que temen hablar por el “qué dirán” o por perder su puesto o sus credenciales, y también los jesuitas infiltrados, porqué no, que todos confesemos nuestra indignidad y nuestra pecaminosidad, yo el primero de todos, y arrepintámonos de corazón pidiendo perdón a Dios por todo el daño que le hemos hecho, y porque El es fiel y misericordioso para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad. Y una vez transformados y limpiados nos levantemos en unidad para proclamar el mensaje de los tres ángeles, con el poder del Espíritu Santo, el cual desde hace mucho tiempo Dios está esperando darnos de manera abundante, y mediante el cual terminará de aplastar la cabeza de la serpiente bajo nuestros pies. El adventismo nominal se ha degradado en 70 años hasta límites insospechados. Pero el Creador puede restaurarnos en sólo un día, si tan solo creemos que es posible y nos sometemos a Él. Hoy es el día de la salvación, no mañana. Que todo hermano sincero investigue bien los asuntos aquí tratados porque el tiempo está casi agotado.